Eureka!

Sería increíble que todos fuéramos hijos de Arquímedes y poder tener momentos heurisko glorosiosos; PERO NO, no existe el instante ese.

Así como la generación espontánea fue invalidada, la generación espontánea de ideas es una farsa.

Y me pasó por quererme hacer el loco e innovar en el tema de camas... para refugios. Primero, la cama viene evolucionando y desarrollándose desde que el hombre existe (y desde antes también). Y da la casualidad que en el mundo hay un montón de rusos que te hacen camitas que valen dos pesos y que parecen mágicas, hay un montón de opciones a nivel regional, que cuando uno llega a una opción que lo conforma moderadamente, las encuentra y se da cuenta que no compite para nada con lo ya existente. 

Entonces uno lo que quiere es que aparezca ese instante de Eureka. Si a Arquímedes le sucedió al meterse en la banera cuando estudiaba el desplazamiento de volumen, yo esperaba que me sucediera al meterme en la cama... y así fue que empecé a dormir doce horas por días, para ver si me llegaba, pero no. (Es mentira, ni en pedo puedo dormir 12 horas por día, no porque no quiera, sino porque es complicado tener tanto tiempo disponible entre semana).

Así que bueno, básicamente a lo que quiero llegar es que esa imagen que se tiene de que en el diseño (y lo extiendo a la arquitectura, a ciertas parte del arte, y en realidad hasta a casi todas las disciplinas) se trabaja a partir de una chispa de inspiración y las cosas surgen solitas como por arte de magia. ERROR. "Se requiere uno por ciento de inspiración y 99% de transpiración". Y hoy, después de más un mes de trabajo ya estoy encaminado en el trabajo, y espero dentro de un mes más, poder mostrárselo.